Encantada con los mercados campesinos

En Alemania los llaman los “Wochenmarkt” o mercados semanales. Existe uno (y a veces dos o más) por zona de la ciudad. Algunos son pequeños, con algunos stands de frutas, verduras, carne, huevos, pescados y quesos. Otros más grandes tienen ventas de flores, charcutería, especias, plantas aromáticas, y otros cachivaches; lo que sí no falta en ninguno, sin importar el tamaño, es un stand de salchichas! Allí se congregan en la mañana y a la hora del almuerzo varios comensales a disfrutar de un snack y una buena conversada.

El mercado que queda cerca a nuestro apartamento abre tres veces por semana: martes, jueves y sábados. El mejor es definitivamente el de los sábados, es el doble de tamaño que en semana y tiene unos stands de comida riquísimos para desayunar.

Me encanta esa mezcla de colores, que cambia dependiendo de la temporada del año. Se consiguen productos frescos y a buen precio; y a veces hasta un tip de cómo prepáralos. Hay un stand que vende plantas para la cocina que me encanta. El señor es amable y siempre te dice cómo cuidar bien tu planta para que te dure, porque él quiere clientes felices que vuelvan a comprar otra planta más tarde y no que tengan que volver por qué se les murió a las dos semanas. Solo les digo que mi albahaca lleva casi 6 meses viva, sobrevivió a vacaciones y todo, gracias a los consejos que me dio este señor.

En fin, creo que es maravilloso que en Alemania se fomenten estos mercados donde se promueven los productos y proveedores locales. (Aunque también se encuentran productos importados de zonas tropicales)

En sus países y ciudades también encuentran estos maravillosos lugares?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nuestro recorrido por Andalucía Parte 5: Cádiz y Tarifa

Cádiz fue nuestra última parada oficial en el viaje. Sabíamos que ya había pasado la temporada de playa, pero igual queríamos conocer esta ciudad costera, la cual nos habían recomendado visitar.

En esta ocasión volvimos a alquilar coche. Nuestro recorrido comenzó en la estación central de trenes de Sevilla (RENFE) donde estábamos programados para recoger el auto. Mi esposo, siendo tan precavido como es, había empacado el navegador de nuestro auto, así que no fue necesario alquilar uno por los dos días que lo tendríamos. Decidimos no hacer esta parte del recorrido en tren o bus puesto que queríamos parar en algunos pequeños pueblos entre Cádiz y Málaga, algo que se dificultaba con los horarios de los buses y que descubrimos no tenía muchas rutas de tren y requería demasiados cambios de estaciones.

Una vez más llegamos cerca a la hora del almuerzo (o de la comida para los españoles) y preguntamos a unos locales si nos podían recomendar un sitio. Nos dirigieron a la calle Plocia, y en particular al restaurante Atxuri, debo decir que fue una de las mejores recomendaciones que recibimos. El lugar es muy agradable y tiene una atención maravillosa, pero lo que más nos encanto fue su comida. Definitivamente un lugar para probar.

Cádiz es una ciudad costera muy bonita, parte de su arquitectura se parece a la de la ciudad de Cartagena, en el caribe Colombiano, sobretodo la parte del malecón con sus garitas para los guardas que cuidaban la ciudad de la llegada de piratas. Debido al poco tiempo que nos quedamos en la ciudad no alcanzamos a ver ninguno de sus reconocidos museos, pero logramos recorrer sus principales calles, ver algunos de los sitios históricos de la ciudad y también disfrutar de un maravilloso atardecer en el malecón.

Nos encantaría regresar, pero en temporada de playa y con un poco más de tiempo.


Luego de una maravillosa noche en Cádiz, seguimos nuestro camino de regreso a la ciudad donde comenzó nuestra maravillosa aventura Málaga.

Habíamos planeado meticulosamente nuestro recorrido, puesto que habíamos visto en el mapa algunos pueblos que nos parecían bonitos para parar y conocer, y así hacer nuestro viaje un poco menos tedioso y ver un poquito más del área costera. Pero como siempre, no todos los planes, por bien pensados que estén, se pueden llevar a cabo. Luego de salir de Cádiz, bajo un sol hermoso y resplandeciente, el cielo se empezó a llenar de nubes que no auguraban buen tiempo. Poco a poco vimos como el cielo se encapotaba y cambiaba los tonos azules y blancos por una mezcla de grises claros y oscuros. Luego empezó el vendaval, un aguacero que parecía como si alguien hubiese abierto una regadera, lejos se veían algunos rayos que iluminaban el horizonte y se escuchaba el retumbar de los truenos. Nuestra próxima parada planeada era Vejer de la Frontera, pero en vista de las condiciones climáticas decidimos seguir la ruta, pues no íbamos a disfrutar mucho caminando por este pueblo blanco.

Tuvimos la buena suerte de que antes de llegar a nuestra siguiente parada esperada, Tarifa, la tormenta empezaba a desaparecer, por lo que decidimos parar allí para comer y conocer este pueblo, situado en el punto más sur de la península Ibérica y la parte más angosta del estrecho de Gibraltar.

Tarifa tiene un casco histórico muy bonito con calles estrechas y empedradas que parecen perderse en una telaraña que poco a poco te lleva a diferentes plazas y lugares. Cerca al puerto se encuentra una antigua muralla de donde se puede apreciar, al otro lado del mar -o debería decir los mares ya que Tarifa se encuentra justo en el punto divisorio entre el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico- una maravillosa vista de la costa de Marruecos.

Nuestra visita fue corta, pues aún nos faltaba mucho camino por recorrer hasta llegar a Málaga, y las nubes volvían a amenazar con lluvia, por lo que decidimos que esta sería nuestra última parada.

Todos quedamos encantados con las ciudades Andaluces que conocimos y creo que regresaríamos con gusto. La comida, la gente, los lugares, todo en general fue maravilloso. Unas vacaciones familiares inolvidables que habrá que repetir en alguna ocasión.

Por ahora vienen nuevas aventuras en nuestra casa, ya les iré contando más detalles en las próximas entradas

Nuestro recorrido por Andalucía Parte 4: Sevilla

Luego de una maravillosa estadía en Córdoba, continuamos nuestra ruta en bus hacia Sevilla; destino obligatorio, no solo por ser la capital de la región de Andalucía, sino también por su historia y riqueza monumental de la ciudad que abarca desde estructuras antiguas, como es su famosa Giralda, hasta otras más contemporáneas, como la controversial estructura llamada Metropol Parasol.

Nuestro hotel estaba ubicado a unas pocas calles de la Plaza de Armas, así que tras registrarnos y dejar nuestro equipaje en las habitaciones decidimos empezar nuestro recorrido por esa punta del rio Guadalquivir.

Pasamos el puente pasando por el Mercado de Triana y caminando por su calle peatonal hasta llegar a un restaurante que nos habían recomendado llamado Blanca Paloma. Luego de una deliciosa comida y disfrutar de un refrescante Tinto de Verano (Vino Tinto mezclado con Sprite), retomamos el camino rumbo al Mercado de Triana y sus cúpulas azules, para empezar nuestro recorrido bordeando el rio Guadalquivir en dirección a La Torre del Oro. Pese al fresco viento que llegaba del agua del rio, el calor del sol reflejado en el cemento nos obligó a refugiarnos en un área sombreada a descansar un poco y disfrutar de la maravillosa vista que nos proporcionaba la otra orilla con sus magníficas edificaciones; un momento perfecto para sacar mis acuarelas y hacer un rápido bosquejo.

Cruzamos el puente San Telmo y caminamos los alrededores de la Torre del Oro, de ahi nos dirigimos hacia la famosa Catedral de Sevilla y su torre conocida como La Giralda. Otra mezcla maravillosa de culturas en su arquitectura. La Catedral, su arquitectura y  su decoración son una maravilla.

Si les es posible subir a la Giralda definitivamente se los recomiendo. La torre fue diseñada para poder subir a caballo, por lo que no existen escaleras, solo rampas. De todas maneras la subida puede resultar extenuante, así que les recomiendo subir con calma y disfruta de las vistas que ofrecen sus ventanas en los diferentes niveles. Antes de salir de la catedral vale la pena hacer una pausa en el Patio de los Naranjos así sea solamente para disfrutar de la frescura de la sombra de los arboles.

Luego de visitar los jardines del Alcázar los reyes Católicos en Córdoba, no veía la hora de conocer los del Real Alcázar de Sevilla, los cuales sabia eran más grandes e imponentes, por ser el este uno de los palacios más antiguos del mundo. Sin embargo, nos quedamos con las ganas de ver una gran parte de los jardines, puesto que justo los visitamos durante el rodaje de la nueva temporada de Game of Thrones (Juego de Tonos en español). De todas maneras pudimos visitar el palacio completo, otra maravilla más de la arquitectura de esta región. Definitivamente otro de los lugares que se deben visitar.

Otro de los lugares que teníamos en nuestra lista para visitar era la Plaza España. Ésta fue construida para la Exposición Ibero-Americana en 1929 y esta ubicada en el Parque de Maria Luisa, el principal parque público de la ciudad. La arquitectura de la plaza es hermosa y en cada uno de los bancos que la recorren se encuentran azulejos representando cada una de las provincias españolas. También se puede alquilar un bote de remos para recorrer los pequeños canales que la decoran.

En el camino hacia la Plaza España nos encontramos con el Teatro Lope de Vega, una edificación muy bonita donde tuvimos la fortuna de ver una exposición gratuita de vestuario de diferentes obras creadas por una diseñadora Española, de la cual lastimosamente ahora no recuerdo su nombre.

Durante nuestra caminata por el Parque Maria Luisa para llegar a la Plaza España vimos varios pericos que volaban felices por los arboles, a quienes no parecía perturbarles todos los turistas que querían fotografiarlos, ni el sonido de una banda de niños que practicaba en los alrededores.

Luego de un maravilloso atardecer retomamos el camino hacia la parte historia de la ciudad, acompañados por una hermosa luna llena. Caminamos buscando los Monolitos Romanos, los cuales están entre tantas calles pequeñas que nos fue difícil encontrar, así que continuamos hacia el Metropol Parasol, también conocido como las Setas de Sevilla. Lastimosamente a la hora que llegamos ya esta cerrado, por lo que no pudimos subir al techo de la estructura.

Otro de los lugares que visitamos fue la famosa Plaza de Toros Real Maestranza de Caballería de Sevilla, donde explican la historia del toreo y también por que es una de las plazas mas importantes para los toreros y los países que aun lo practican. No soy  la más fanatica de los toros, pero fue un lugar interesante para mi esposo que nunca habia visto una Plaza de este tipo.

Existen muchos otros lugares para visitar en Sevilla, la ciudad es grande y llena de maravillas por visitar y descubrir. Yo en esta entrada solo les mostré unos cuantos. Si tienen poco tiempo en la ciudad les recomendaría tomar uno de los buses turísticos que recorren las partes más conocidas y es posible bajarse en los sitios de mayor interés para cada persona y se ahorran recorridos muy largos a pie que, aunque son muy lindos, pueden quitar tiempo valioso.

Próximas y últimas paradas: Cádiz y Tarifa