El Invierno empieza en Enero

Los suecos siempre decían que el invierno de verdad empezaba en enero, pero como para mí -5°, -10° y -20° ya eran temperaturas de invierno nunca entendí de qué hablaban. Ahora que vivo más al sur (bueno al sur de la península escandinava, porque sigo al norte de Alemania) entiendo a que se referían. El diciembre pasado tuvimos temperaturas frías durante dos semanas; cayó nieve, el termómetro registro, como temperatura mínima -4° grados, pero ya, esos fueron los días fríos de diciembre. Ahora, y luego de tres semanas de una lluvia interminable, podemos decir que llegó el invierno de nuevo; la temperatura máxima el día de hoy es de -4° y se espera que la temperatura siga bajando en los próximos días. Ahora sí llegó el invierno de verdad, la nieve cubre las calles y en la mañana se ve una capa delgada de hielo que hace que la nieve resplandezca como si estuviera cubierta de diamantes. En las mañanas regresaron las sombras azules que se reflejan en las superficies antes de que empiece el amanecer (que ya, afortunadamente, no es a las 9 de la mañana sino a las 8) y el viento te deja la nariz roja y hace imposible que salgas a caminar sin usar guantes y, en mi caso, orejeras o sombrero.

La verdad que no me quejaré del frio. Las tres semanas de lluvia y cielo gris ya me tenían aburrida, triste y sin energía. Digamos, que aunque las nubes de nieve aun cubren mucha parte del cielo, al menos hay momentos en que vez partes azules y hasta sale el sol. Y así esto no ocurriera, el reflejo de la luz en la nieve crea un cambio en el ambiente, hay más luz y eso ayuda un poco a mejorar los ánimos.

Ahora solo toca abrigarse y vestirse en capas como una cebollita para disfrutar del nuevo clima. Solo espero que dure un poco, porque la verdad que no quiero lluvia por un buen rato, aunque conociendo el clima de Hamburgo la lluvia regresará más pronto que tarde.

Estos son mis días favoritos de invierno, aunque aún mejor cuando también sale el sol