Siempre he sido una persona curiosa, me encanta descubrir cosas nuevas, aprender nuevas habilidades y hasta probar nuevos productos que encuentro en el supermercado. Para esos últimos, mi lema es: “si no lo he probado ¿cómo sé que no me gusta?”
Desde pequeña me he involucrado en un sinnúmero de actividades. He practicado varios deportes: natación, patinaje, tenis, basquetbol, voleibol, kickball y hasta kung-fu. Algunos me gustaron más que otros y hasta participe en algunas competencias. También tome clases de pintura (pasteles y carboncillos), creación de máscaras con papel periódico, fundamentos de música, violín y solfeo, hice parte de coros y grupos de teatro, hasta estuve en clases de modelaje y etiqueta. Hice también cursos de informática, costura, acuarela, alemán, francés, fotografía, cocina, buceo y crochet…y estoy segura de que algo se me olvida, porque, si algo es cierto, es que siempre he encontrado algo nuevo que quiero aprender a hacer y para lo cual siempre encuentro tiempo.
Como pueden ver no me gusta una disciplina en especial ¡me gustan todas!, no me parece raro que la hermanita de una amiga de mi adolescencia decía que yo parecía Mary Poppins, porque siempre aparecía con una actividad nueva. Pero como les dije me encanta estar ocupada y mucho más si me da la oportunidad de aprender algo nuevo. Estoy segura de que eso se lo debo a mis padres, quienes siempre me dijeron: “Tú puedes hacer todo lo que te propongas”, algo que hasta el día de hoy me acompaña y en lo cual creo completamente. Hasta ahora todo lo que me he propuesto a aprender lo he hecho, a veces con más facilidad que otras, pero al final siempre logro mi cometido. Aprendo cosas con facilidad y muchísimo más si son cosas manuales. Mi compañera de trabajo acá en Hamburgo me llama “Manitas” y cada vez que tienen un problema de joyería, o algo que requiera paciencia e hilo, recurre a mi ayuda.
Lo cierto es que, aun con un trabajo tiempo completo, yo sigo buscando nuevos hobbies. El año pasado hice varios cursos: patchwork, joyería en plata y cake pops. Este año, aunque aún no he hecho ningún curso en particular ya he encontrado nuevos hobbies para añadir a mi listado. El más reciente es hacer sellos. No sé por qué, pero encuentro muy relajante eso de cortar la goma, cuando empiezo a tallar es como si me metiera en mi propio mundo zen y nada me puede perturbar. Extraño ¿no?
No les puedo decir cuál de todos mis hobbies me gusta más, en realidad todos me gustan por igual, me gustan porque me despiertan la creatividad y me ayudar a mantenerme física y mentalmente activa. Creo que este año ya no añadiré más a mi lista, porque también necesito tiempo para practicar las técnicas aprendidas. Les seguiré compartiendo las cositas que haga, de pronto alguno de ustedes sabe algo sobre ese tema y me puede dar buenos tips para mejorar. ..Porque siempre podemos aprender mucho más y, por ende, siempre podemos mejorar. La mejor frase que alguna vez he escuchado es la siguiente:
No hay fin para el aprendizaje. Cuando sentimos que hemos aprendido todo, significa que no hemos aprendido nada”
– Kenosha Furuya